Crema de Calabacín. |
Una cosa que me gusta es ir a Madrid. Por lo que cualquier excusa
es buena para hacer una escapada a la capital y empezar con los ya que.... En
esta ocasión el motivo del viaje era visitar la exposición de más de 200
obras que, sobre Salvador Dalí, se exhibe en el Museo Reina Sofía. Y, ya que
vamos. ¿Por qué no ir al concierto de Rufus Wainwright en el Teatro Real? Y ya
que estamos aqui. ¿Por qué no cenar a un sitio al que merezca la pena hacer una
entrada en el blog? Pues eso hicimos. Tras visitar la exposición de Dalí, fuimos
dando un paseo hasta el Teatro Real, donde pudimos asistir a la celebración del
40 aniversario del artista. Después habíamos reservado para cenar en la terraza
del Restaurante Loft 39, pero el concierto se alargó un poco más de lo esperado, llegando al restaurante tarde para cenar en terraza, pues, por respeto a los
vecinos, la cierran a media noche.
El restaurante está situado en el número 39 de la
calle Velázquez. Entramos y nos
encontramos un pequeño hall de paredes de
piedra, dominado por la atenta mirada de los ojos claros de una niña
representada en cuatro cuadros, que nos acompañan mientras ascendemos las
escaleras hasta el piso superior, donde se encuentra el restaurante. Un
distribuidor separa la zona de terraza a la izquierda, de la zona de barra, y esta,
de la zona de los salones que respetan, o parecen respetar los tabiques de lo
que antaño debió de ser una vivienda. Nuestra mesa está en un salón de aire
retro, de tonos ocres, decorado con muy buen gusto por el interiorista Pascua Ortega, como todo el restaurante. De la sala, destacan
unas lámparas circulares, que arrancando desde la pared, iluminan cenitalmente
cada una de las mesas del comedor y la biblioteca que cubre la pared.
Pez Mantequilla sobre cebolla caramelizada y trufa. |
Habas con chistorra, puntillas y chipirón. |
Enseguida nos traen la carta, que no es demasiado
extensa, y nos toman nota de las bebidas. En la carta hay una mención especial a
su pincho de steak tartar envuelto en un periódico de tinta y papel comestible. Tapa ideada por su cocinero Daniel Méndez Sancho y que fue ganadora del VII concurso
nacional de pinchos y tapas de Valladolid en el año 2011. Eso había que
probarlo, sí o sí. Los otros dos entrantes que pedimos fueron unos buñuelos crujientes
de trufa y unas habas salteadas con chistorra, puntillas de huevo y patitas de chipirón,
a pesar de no ser temporada de habas. Antes, el aperitivo de la casa, que era una crema de calabacín servida en vaso de chupito. Una detalle de bajo coste que hace quedar bien a la casa. La tapa estrella superaba con creces lo esperado. La sirven sobre un cristal que cubría un fardo de periódicos.
El pincho era un trampantojo casi perfecto. Además de la apariencia, el sabor también
estaba a gran altura. El periódico es una pasta filo al horno relleno del steak intercalado con un helado de mostaza y miel. Ganó el concurso con el título de "Buenas noticias de nuestra tierra". Las habas y los buñuelos no se acercaban al nivel del steak tartar, quizás, en temporada de
habas la cosa cambie. Los buñuelos, de fuerte sabor a trufa, no estaban
crujientes como anunciaba la carta.
Tras
los entrantes, no tardaron en traer los
principales. Habíamos pedido los
Linguinni con pesto rojo, pulpitos y verduras
que estaban bueno. Y el pez mantequilla que venía sobre una crema de cebolla
caramelizada y trufa, acompañado de unos
espárragos trigueros laminados crudos. -¡Deliciosos! Otras opciones hubieran
sido tartar de atún o steak tartar, aunque en cierto modo, sería repetir después de la
tapa, hamburguesa, solomillo y cosas más convencionales o algún pescado. Creo
que acertamos plenamente con el pez mantequilla y la dulce crema de cebolla caremelizada. Todo esto lo regamos con un
vino blanco Somontano. Un Gewürztraminer Viñas del Vero bastante fresquito y afrutado.
Oro parece...Avellana es. |
Tarta de queso con corazón líquido de galleta. |
Las opciones de postres tampoco eran muchas, y su precio era un poco elevado para lo que estamos
acostumbrados. Pedimos una tarta de queso con corazón de galleta. Un nombre
demasiado largo para una tarta de queso, aunque su sabor sí que justificara tan
poético nombre. A la altura de la tarta de queso estaba el otro postre que también
pedimos, Oro parece…avellana es. Un peculiar Ferrero Rocher casero bastante original. En líneas generales la cena
había estado bastante bien, a falta de cafés y la cuenta. Muy recomendable para ir, tanto gastronómica, como estéticamente.
La
cuenta, teniendo en cuenta que estábamos en un restaurante de moda, en pleno
barrio de Salamanca, estaba dentro de lo esperado. Es en las bebidas y los
postres donde marcan las diferencias, aunque en esta ocasión la reserva era a través
de El Tenedor, con lo que tuvimos un descuento importante en la cuenta, saliendo
a unos 35 euros por comensal, que no es nada disparatado. La opción de alargar la sobremesa y tomar una copa la descartamos al llevar muchas horas danzando de aquí para allá. Ya vamos teniendo una edad y el cuerpo de vez en cuando solicita un armisticio.
El
restaurante Loft 39, está situado en la calle Velázquez número 39 de Madrid, y
el teléfono de reserva es el 914324386, aunque es recomendable reservar a
través de la web de El Tenedor para salir beneficiados económicamente, siempre
y cuando se cumplan las condiciones que ponen los restaurantes.
1 comentario:
Muchas gracias por vuestra entrada y por escogernos ;)
Un saludo.
Equipo de Loft 39
Publicar un comentario