La tropical es un restaurante de
pueblo de los de toda la vida, al que sus más de 75 años de existencia, abrió
sus puertas en el 36 del siglo pasado, le han dotado de la solera suficiente
para convertirse en uno de los locales más emblemáticos de la zona, con un
servicio y una cocina muy por encima de la media. Al entrar por la puerta de la
calle Santa Teresa, nos encontramos de frente con una larga barra, que exhibe en
sus expositores una amplia selección de productos frescos que ofrecen (quesos,
marisco, tapas, pinchos), y da paso a un no muy grande comedor, forrado en
maderas de cuyas paredes cuelgan fotografías antiguas de la localidad. Me llama la atención las esculturas circenses
que decoran la sala. Con la terraza casi doblan su capacidad de mesas.
hablado, y probado
sus creaciones en el ya cerrado Milhojas Restobar (riquísimos los boca-bits de alga
nori o los cortes de parmesamo) o en Palco 41, actual Palco del Parlamento, y llevada
a cabo por el equipo de La Tropical cuyo jefe de cocina es Sergio De Gea, hace guiños a la cocina de vanguardia, sin
perder de vista la tradición. A las nuevas tendencias importadas, tartar, tataki,
ceviche… se le suma una cocina de calidad y producto. Sería difícil entender en
el entorno del Mar Menor un restaurante que no tenga en su carta un caldero
como Dios manda.
Si ellos mezclan producto con
modernidad. Nosotros no vamos a ser menos, así que para comenzar probamos su refrescante
tartar de salmón con mahonesa de encurtidos. Demasiados platos que queremos
probar y solamente tenemos dos horas de función para probarlos. Los envoltini crujiente de gamba y salsa
teriyaki, el carpaccio de lengua de
ternera o foie de rape con migas marinas tendrán que esperar. La decepción vino
de la mano del pulpo a la llama con puré de sobrasada y berenjena quemada. Es
cierto que la receta está muy bien pensada, tierno por dentro y crujiente por
fuera, pero el fuerte sabor a quemado a mí no me gusta nada. Otra cosa muy
distinta fueron las alcachofas con foie y crujiente de jamón a pesar de no
estar en temporada. Terminamos los entrantes con un huevo campero 62° 50’,
setas estofadas, foie casero y glace de ternera. En La Tropical, es normal
encontrar platos acompañados de emulsiones, helado de cilantro, gel de vino o
caramelo de cerveza. Terminamos con unos panecillos de presa en adobo y
mayonesa de Ras el Hanut (mezcla de especias de origen magrebí), y con otro de
solomillo y foie. Todo regado con un tinto, Viridiana, un roble de Ribera de
Duero.
Como casi siempre lo mejor vino
con el postre. Creo que sin darme cuenta me estoy convirtiendo en un fan casi
incondicional de los postres de David López, no tanto de su pulpo. Nos
decantamos por la torrija de Baileys con helado de chocolate y pipas de
calabaza garrapiñada. Todo un acierto. Hubiéramos repetido si no fuera porque
tuvimos que pedir la cuenta, aproximadamente 37 euros por cabeza, y salir contentos con el servicio recibido, pero con
cierta urgencia para llegar a tiempo para la ovación final del maravilloso ballet
clásico de San Petersburgo.
Restaurante La Tropical.
C/ Santa Teresa 66, Los Alcázares.
Teléfono 968575005
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