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Croquetón de rabo de toro. |
Del
restaurante que hoy hablamos, es cierto que no tiene la fama de estos
restaurantes, pero si una buena referencia – tienes que probar su gulash de ciervo.- que nos hizo
desplazarnos hasta Corvera, a probar uno de esos de restaurantes que con tiempo
y una buena caña… Los Cazadores, es uno de esos bares de toda la vida que han
sabido renovarse antes de llegar a morir. Era un bar de carretera, junto a la
gasolinera del pueblo, donde los paisanos desayunaban los carajillos antes de
emprender la dura jornada diaria, donde los cazadores conversaban sobre sus capturas
de gamusinos sin haberse quitado el polvo de Carrascoy y donde yo desayunaba
los sábados por la mañana antes de subir a la sierra. Ahora lo han renovado con
un toque, moderno decorado con gusto pero sin perder esencia original. Dos
ambientes claramente diferenciados. La zona de barra tiene unas amplias
cristaleras que la hacen muy luminosa. Mesas altas de taburete y bajas donde picar
algo rápido. Barra con expositor y una bandeja de pulpo al que solamente le quedaban
3 tentáculos y una parroquia de lo más variopinto, con veterano de guerra incluido. La zona del comedor me gustó
aún más. Salón alargado, de paredes blancas, lámparas redondas y al fondo una
chimenea coronada por una gran cornamenta de ciervo con su luchador, candil de
hierro, candil medio y coronas incluidas. No olvidemos que estamos en los
cazadores.
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Pollo con Tika Masala. |
Llegamos
cinco minutos antes de la hora de reserva. A pesar de esto, la mesa no estaba
lista y nos hicieron esperar un rato, aunque mientras, nos ofrecieron una
cerveza. La carta es prometedora. Especialistas en brasas y carne de caza,
hacen una comida trasnacional, curry, risotto, tataki, el propio gulash, sin olvidar
la tradición, aunque siempre a su manera, buscando el toque creativo. Empezamos
con algo poco complicado. Un plato de jamón para distraer a los conservadores,
unas croquetas de boletus sobre una salsa de puerros y unos potentes croquetones
de rabo de toro sobre una crema de
espinacas. Estos últimos hay que pedirlos. También pedimos sus caballitos que
sirven con salsa teriyaki, pero se habían quedado sin existencias y pedimos
como alternativa el nido de foie, con pasta kataifi, ensalada, foie y coronado
con un huevo de codorniz. También probamos un buen curry “tika masala” con
pollo y basmati y terminamos los entrantes con caza. Las mini hamburguesas de
jabalí regadas con la cerveza artesana Gastro. Muy buenas también, por cierto.
Nos quedamos sin probar, en este primer viaje, ni el ya famoso gulash, ni el
lomo de ciervo marinado en vino tinto. Tampoco pudimos pedir la pata de pulpo
en dos texturas con puré trufado ni el risotto de sepia en su tinta. Y es que
también nos habían recomendado, y mucho, el arroz especialidad de la casa. Y
ese, no queríamos dejarlo en el tintero.
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Mini hamburguesas de jabalí. |
Hasta
ahora todo bueno, menos el servicio que aunque muy amables, excesivamente lento
en la sala. El arroz con un intenso sabor, para mi gusto, rozaba la perfección,
ya que a mí me gusta más entero que pasado. El único pero que le puedo poner es
que el camarero, con muy buena fe, lo sirvió y repartió el foie equitativamente
en cada plato, en lugar de poner directamente la paella sobre la mesa, dejando
unos tenedores arroceros, evitando así manchar los platos. ¿No estamos en Los Cazadores?
Delicioso. Si estuviera con el Whatsapp llenaría esto de emoticonos.
A
pesar del nido, del arroz o de las croquetas, lo mejor de todo estaba aún por
llegar. Y de esto mi contacto no me había informado. Ten “pajaritos” para esto.
Nos recomendaron la tarta de queso al horno con confitura de cereza y fresa.
Hecha con tres tipos de quesos (requesón, queso crema y fresco). “Tiramisús y
tartas de la abuela podéis comer de Corvera a Murcia en mil sitios, pero
ninguna tarta de queso como la nuestra” o algo así nos dijo el camarero.
Sensacional, maravilloso, brutal… Me faltan adjetivos para calificar el cremoso
de chocolate con un bizcocho empapado en miel y unas esferas de plátano que
estallan en la boca llenándola de sabor, ¿o dijo mango y fruta de la pasión? Un
pedazo de postre por el que sí que merece la pena recorrer la distancia que hay
desde Murcia a Corvera, andando, (unos 23 kilómetros),para poder tomar dos o
tres cremosos. Con un café solo sin azúcar para contrarrestar el postre, unos
25 euros por cabeza y unos digestivos, para no perder las buenas costumbres,
terminamos la comida y emprendimos el regreso con la sensación de haber
merecido la pena desplazarnos hasta esta pequeña pedanía, para probar Los
Cazadores de Corvera.
Valoración: ****
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Cremoso de chocolate con esferas de mango. |
Los Cazadores.
Carretera de Fuente Álamo, 3. Corvera (Murcia)
Teléfono: 968380225.
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